TESTIMONIOS


 Son fuertes, derrochan energía. Cada una es un universo, pero todas comparten un denominador común; una lucha y las ganas de vivir. Estas diez mujeres cuentan un trocito de su historia.

1. MONTSE
49 años. Todo parecía correcto pero después de una analítica le remiten al ginecólogo. Le encuentran un pequeño nódulo, cáncer. No tenía antecedentes, no bebía, no fumaba, no tomaba pastillas “antibaby”. Tenía pequeños desajustes en el sistema hormonal, pero por la edad. "Fue un gran susto inesperado".
Se dejó llevar por los médicos, ella carecía de información.
Sigue tratamientos, quimioterapia y radioterapia. "Al principio lo pasé muy mal, pero encontré mi gran apoyo en esta asociación". Cuando empezó todo no quería saber nada de asociaciones, quería que me dejaran en paz. Fue cuando estaba con la radio cuando decidí acercarme a la asociación y me arrepentí de no haberlo hecho antes". Explica que las preguntas que le surgían no se las podía formular a su familia o amigas. Sólo a otras compañeras afectadas. También destaca el acercamiento con sus amigas a raíz de la operación. Todas se habían separado con el tiempo, pero en ese momento se reunieron de nuevo y se comportaron como hermanas. "Antes te privabas, no salías a comer fuera… ahora vives todo más intenso. No debes nada a nadie".

2. MAITE
A los 59 años acude a una revisión de osakidetza. Ella no había notado nada, pero al de tres semanas la tienen que operar. Sí tenía antecedentes: su hermana, primas… Le quitan un cuadrante, dos ganglios y le someten a quimioterapia y radioterapia. "Al principio me asusté pero al tener el ejemplo de mi hermana tenía esperanzas".
Ahora lleva ocho años operada, "¡Estoy con muchas ganas de vivir y de dar mucha guerra! Dedica parte de su tiempo a visitar a otras afectadas en el hospital. "Y antes de que me vean, siempre digo; a poner la cara guapa y alegría".

3. ISABELITA
Primero notó el pezón metido hacia dentro, pero no le detectaron nada hasta cinco años después, cuando le tuvieron que hacer una biopsia directamente. "Me dijeron que era un tumor muy malo y que no me podían operar". Recuerda que al llegar a casa fue ella la que tuvo que consolar a su hijo. Con la quimioterapia y la radioterapia se le calló el pelo. Ahora bromea con ello pero asegura que fue lo que peor llevó.
Padece linfedema y atrofia cerebral. También le quedaron quemaduras en las conexiones
nerviosas por los tratamientos.
"Lo he llevado más o menos bien. No me gusta molestar a los de al lado y no soy de llorar". Asegura que la asociación le ayudó mucho, todas tenían lo mismo que ella. Isabelita tiene 72 años y también visita a enfermas por los hostales.

4. MAITE
Lleva seis años operada. Con 53 le detectan el cáncer a través de una malograría de Osakidetza. Era muy profundo, no palpable. "estoy muy agradecida al programa, gracias a él estoy aquí".
Explica que cáncer es el nombre, pero que los apellidos son anatomía patológica. Por problemas de alergia no pudo utilizar peluca. "Mis hijos no me querían ver sin pañuelo. Recuerdo un día de mucho calor… les tuve que pedir permiso para quitármelo. A partir de ese momento todo se normalizó. Aparecieron las bromas, eran capaces de reirse". Recuerda que su mayor pregunta era, "¿cómo se vive una vez acabado todo esto?". Conoció la asociación porque le hicieron una visita en el hospital. "Encontré personas llenas de vitalidad y de ilusión, bromistas. Eso era lo que quería para mí", asegura y añade que su escala de valores cambió. Su vida cambió. "No te das cuenta de las cosas buenas de tu alrededor. Empiezas a valorar los detalles de tu marido, de tus hermanas, de tus amigas… Distingues lo importante de lo superficial".
Hoy se encuentra sana, y opina que todos caminamos por una línea muy fina que divide la salud de la enfermedad. Por eso hay que caminar sano y hacia adelante.

5. YOLANDA
Hace cuatro años un bulto le dolía. Ecografías, ginecólogos, muchas revisiones, más ginecólogos… Todos se negaban a hacerle la malograría. El dolor se extendió a la espalda y al brazo. Un ginecólogo la llamó insustancial, argumentando que todas las jóvenes querían pasar por el quirófano. Harta, Yolanda consigue una cita con el ginecólogo de su madre y escucha un "quién no te ha mirado este pecho antes". Debe acudir a Basurto urgentemente y sale de allí sin entender el significado de haber dado "positivo". Cáncer, se le viene el mundo encima. "No entendía nada. Cuatro años diciéndome que no era nada y tengo metástasis en el hígado y en los huesos". No le pueden operar, tiene que vivir con el cáncer. "Yo tengo que luchar, esto no me va a comer a mí, le voy a ganar. Mi mayor deseo es que me operen y si no es posible, llevar la mejor calidad de vida posible". Una de las consecuencias de sus tratamientos es la menopausia, yo no puede tener niños. "Yo quiero vivir, que me quiten los dos pechos, pero yo quiero vivir y si no duermo mejor. Durmiendo se pierde tiempo".

6. MARIA JESÚS.
Es la veterana de Acambi. Se detectó ella sola en la cama un bulto a los 36 años. en principio le iban a quitar sólo elbulto, pero en quirófano, cuando terminó el médico la operación salió con el pecho entero en la mano. Se ríe y cuenta que su marido siempre le recuerda que no ha pasado peor día que aquel. "¡Porque se meneaba!".
Más tarde en una revisión le encontraron pólipos sangrantes, se los tenían que quitar. "Pues hija, ¡otra cosa más!", comenta que se lo tomó todo muy bien.

7. BENI
Seis años y medio operada. Tras una revisión de Osakidetza, malograrías, una ecografía y biopsia el médico le dice que se siente porque lo que le tiene que decir es malo. "No lloré en el momento. Vivo en Zorroza, pero desde el hospital hasta llegar a casa no hable ni media palabra con mi cuñada". En un mes la operan y después quimioterapia, radioterapia, la caída del pelo. En cuanto sus hijos se dieron cuenta la llevaron al baño y le raparon la cabeza. Su familia lo llevó peor que ella. "A la mínima te preguntan que qué te pasa". Cuenta que un día llamaron unas chicas al timbre de casa y ella no se acordaba de no llevar la peluca puesta. Las jóvenes se quedaron mirando impactadas. " ¡A que estoy guapa!".
Ahora vivo el día a día, disfruto y aprovecho cada minuto de mi vida.

8. GEORGINA
Es la directora de Acambi. "Llevo 25 años de supervivencia". Cuando le quitaron la mama, le quitaron músculo de la espalda, "antes creían que cuanto más se quitaba mejor."

9.CONCHI
Su enfermedad es crónica. Le operaron quitándole una mama y al de seis años se nota un bulto, ganglios inflamados… Tenía metástasis. Pero ahora está estacionado.

10. NIEVES
La primera vez fue en el 92. Radio, quimio… no se le calló el pelo. Al de siete años vuelve en la misma mama. "Cuando me dicen que me quitaban una les pedí que me quitaran las dos! En el 99 pesaba 38 kilos, psicológicamente le afectaba muchísimo. "Yo no quiero vivir como sea, quiero vivir bien". Recuerda lo mal que lo pasó con la quimioterapia. "Estuve casi cinco años sin ser persona. A mí eso no me compensa, a mi no me la vuelven a dar". Este año le han realizado la asimetría por segunda vez y está contenta con el resultado. Ahora tiene unas ganas locas de vivir y de tomar el sol. "¡A mí el sol que no me lo quiten!", bromea.